Hoy me puse un poco histórico. Se me dio por recordar a una de las más prestigiosas publicaciones de moda: HARPER’S BAZAAR. Esto a raíz de la lectura del último número de la versión argentina que ya superó el medio año y se encuentra ahora en su séptimo número. HARPER’S BAZAAR Argentina está dirigida por la encantadora Ana Torrejón cuyas facetas más conocidas para mi eran las relacionadas con el arte puesto que, además, Ana está vinculada a una importante galería de arte argentino y latinoamericano de la que otro día les hablaré mis amigos. Habiendo visto la solidez del planteo de la edición local de HARPER’S BAZAAR, decidí recordar el papel fundamental que tuvo esta revista en una coyuntura especial de la historia de la moda del siglo XX. Esta mítica publicación tuvo su origen en Estados Unidos en 1867 y su primera editora se llamó Mary Louise Booth una mujer que merece un post aparte pues se dedicó al periodismo, a la escritura y esencialmente a la traducción de obras fundamentales de la literatura francesa al inglés….además de dirigir la revista desde su nacimiento hasta 1889. Sólo quería enunciar este auspicioso comienzo de la publicación para detenerme en el momento en que una de sus más legendarias editoras, la gran Carmel Snow hizo de HARPER’S un engranaje imprescindible en el mundo de la moda. Snow fue editora de la revista entre 1933 y 1957. Snow aparece en todos los libros de historia de la moda como la que acuñó el término New Look que identificaría para siempre al estilo impuesto por Christian Dior en 1947 y que barrió (para bien o para mal….de eso ya hablaremos algún día) con la moda desarrollada durante la II Guerra Mundial al tiempo que proponía nuevos horizontes para una industria que llevaba dos años de titubeos luego del gran desastre. Snow fue la que supo rodearse de excelentes fotógrafos y quien modificó para siempre el sentido de las editoriales de moda. Hasta las maravillosas colaboraciones de Carmel con Richard Avedon, Brassai o Henri Cartier-Bresson por ejemplo (y cuando nombro a estos señores de la fotografía de moda me pongo de pie) las editoriales no contemplaban con tanto detalle la creación de una historia, las locaciones en exteriores o el ingenio en la construcción de los sets y la necesidad de descubrir nuevos rostros así como la importancia (asunto de Estado casi) de la tapa de la publicación -tema espinosísimo todos los meses en la redacción de una revista de moda- (a propósito acá abajo les dejo mi cover preferida…marzo del 43…cerca del desenlace de la Guerra…una Lauren Bacall que duele de bella). Snow fue consciente de todo esto y de otras cosas más. Como por ejemplo de aliarse con Marie-Louise Bousquet, quizás la última de las grandes saloneras francesas por cuya casa pasaron todos los artistas, celebridades y personajes importantes del París de entreguerras hasta la década del sesenta. Bousquet fue la editora de la versión francesa de HARPER’S BAZAAR y la mano amiga de Snow en París. Hay una fotografía, una de mis preferidas en la historia de la moda del siglo XX, que ilustra a la perfección el poder que desde el encumbramiento de Dior en 1947 iba a tener la prensa de moda: detrás de la cámara se encuentra el ojo maestro de Cartier-Bresson y los protagonistas de la imagen son Snow, Avedon y Bousquet. Esta toma hecha en la presentación de una de las colecciones de Dior en 1951 no se, aún hoy, si me da vértigo o placer…quizás un poco de las dos cosas…o quizás las dos cosas sean lo mismo. Los tres estaban decidiendo cómo iban a contar eso que estaban viendo y sin duda, sus ideas, sus palabras y sus imágenes iban a ser las que moverían el mundo de la moda en los próximos meses, los que sellarían nuevamente la fortuna de Dior y los que enseñarían a los otros diseñadores y a todas las mujeres de qué se trataba vestirse bien y estar “à la mode”. Ahora bien, mi interés en contarles todo esto (y podría hablar horas del tema pues me apasiona la historia de HARPER’S y de sus editores y fotógrafos) es poner en relieve lo importante que fue el surgimiento de un nuevo lenguaje visual y creativo desde las revistas de moda para el desarrollo de la moda moderna y para la puesta en marcha de una maquinaria que no sólo abarcó cuestiones económicas sino que también modeló el gusto de los consumidores. Es decir, Christian Dior fue lo que fue entre muchas cosas por el apoyo incondicional de personajes como Snow y Bousquet. Los dos días siguientes a los de la histórica presentación de la colección del New Look del ‘47 fueron días de huelga de los periódicos en Francia, entonces la primera repercusión de la colección fue en Estados Unidos a través de la mirada de Carmel. Cuando fue el turno de la prensa francesa, la acogida fue de tibia a hiriente pues veían la exhibición del lujo como algo inapropiado y obsceno luego de años de restricciones en el campo de la moda. Snow se anticipó y ganó….y fundó en esa movida la profesión de editor de moda moderno. También, entre tantísimos, apoyó a Saint-Laurent a través de Bousquet cuando éste recibió la papa caliente tras la muerte de Dior y se tuvo que hacer cargo de la maison (fue el último año de Snow al frente de HARPER’S también) y a Balenciaga…y a la misma Chanel a su vuelta luego de la guerra cuando todas las editoriales parisinas le tiraron a matar y Snow la reivindicó nuevamente como un clásico esencial. Y ni siquiera les dije que todos sus años en HARPER’S Carmel estuvo acompañada por otro monstruo….Diana Vreeland….
Volviendo a HARPER’S BAZAAR Argentina, sólo me resta comentar que es en esta genealogía (y repito que sólo he comentado unos detalles nada más) en donde se inserta esta publicación. Y si bien dirigir y editar moda ha sido un oficio que se ha ido modificando con el tiempo, lo esencial para esta actividad es el conocimiento del campo, la charla con los diseñadores, el compromiso con la producción, las alianzas con las miradas de los artistas visuales y con los fotógrafos y el oído atento a lo que esperan y desean los consumidores. Ana Torrejón al frente de la dirección y Claudia Pasquini en la edición, toman la posta en nuestro país y nos hacen codearnos con la maravillosa historia de una de las publicaciones claves en la Historia de la moda….