Mermelada de Ají
mos mujeres y hermosas, y aunque no querramos, el rosa nos representa y el blanco nos viste de pureza.
Vivimos en el sueño eterno del amor imposible, amamos a los hombres y lloramos por ellos, buscamos incansables en un mundo cada vez más gris al príncipe azul. Pero cuidado, no todo lo que es azul es un príncipe y los dogmas sociales no siempre traen perdices a la cena.
Solas desde la era de los bebotes, experimentamos el amor incondicional hacia los niños y no hay tripa femenina que no se retuerza ante su llanto. Dudo de la existencia de alguna mujer que no sueñe con la maternidad, pero a un mundo cruel no le hacen falta más rehenes.
Si amamos a los niños, que vengan al mundo bienvenidos.
Cuidáte, disfrutá tu sexualidad con alegría, gozá sin vergüenza y decilo. Exigí que te amen como querés. El 50% es nuestro.
La mujer es amor. Tenemos adentro un engranaje que funciona a mezcla de sentimientos inexplicables y nuestra pasión es fuerza. Dejá que esta máquina femenina avance con libertad, soltá tus sueños y echála a andar.