Menos es más, los movimientos de guardarropas minimalistas

¿Cuántas veces nos damos cuenta al final de una temporada que hay varias prendas que no usamos ni una sola vez? Nuestros guardarropas rebosan de prendas compradas por impulso o por seguir una moda de la temporada, pero que nos resultan incómodas, no van con nuestro estilo, ni con nuestro modo de vida; simplemente ocupan lugar y generan molestia. Desde el manifiesto de Marie Kondo queda claro que todo lo que no nos produzca placer debe desaparecer de nuestro hogar, y esto se aplica específicamente a nuestra ropa.

Movimientos como el Lean Closet o Project 333 proponen generar una suerte de colección cápsula de nuestra ropa, comprando o seleccionando prendas versátiles, combinables en múltiples outfits, piezas de calidad, en colores neutros o que nos agraden profundamente. Cuyana fue una de las marcas pioneras en crear una campaña Lean Closet. Las prendas de esta colección se caracterizan por sus cortes netos, sus colores en una misma gama de colores, y por la calidad de tejidos y fabricación. Son piezas atemporales, que fácilmente se combinan con otras que ya tenemos en nuestro guardarropa.

Project 333 es una iniciativa de Courtney Carver que propone elegir 33 prendas, y solamente 33, para utilizar durante un período de tres meses. En esas 33 piezas se incluyen zapatos, abrigos, accesorios, y solo están fuera del recuento la ropa para dormir, la ropa de ejercicio (que solo debe ser utilizada para realizar ejercicio), los anillos de boda o joyería que se usa todos los días y poco más. A los tres meses la selección se revisa y se pueden cambiar algunas o todas las prendas. Es un proceso de aprendizaje, los primeros períodos serán de errores y poco a poca se aprenderá a realizar una selección cada vez más perfecta.

Quizás no sea necesario ser tan extremista, y la limpieza de nuestros guardarropas pueda incluir más piezas, pero lo que sí es cierto es que invertir grandes sumas en vestidos de fiesta o prendas compradas por impulso que usaremos con suerte una dos veces al año, no parece ser la decisión más eficiente, ni la mejor forma de administrar nuestros recursos. ¿Por qué mejor no elegir invertir en prendas que usamos todos los días, un jean que nos quede perfecto, un sweater de cashmere de un color neutro que se puede combinar de mil maneras, un buen par de zapatos, una camisa blanca de corte impecable?

La limpieza del guardarropas permite ver qué es lo que tenemos, en qué piezas deberíamos invertir, permite descubrir nuevas combinaciones y formas de utilizar las prendas que ya tenemos.