His & Hers se puede ver en el Museo del FIT de New York desde el 30 de noviembre del año pasado y hasta el 10 de mayo de 2011.
His & Hers explora la relación entre génro y moda en los últimos 250 años. El planteo curatorial parte de la idea de que la ropa puede actuar inmediatamente como un significante de género. Sin embargo estas distinciones entre masculino y femenino que muchas veces pueden parecernos naturales, no deben ser entendidas como un fenómeno biológico. Así la muestra del FIT discute el cambio de las percepciones sobre qué es lo “apropiado” para cada género pero también incluye ejemplos de los llamados estilos unisex y andróginos. Más de 100 prendas, accesorios y textiles de la colección permanente del Museo se muestran de forma cronológica, desde un chaleco de terciopelo de hombre del siglo XVIII bastante femenino para los ojos actuales, hasta el llamado “power suit” de los años ochenta. La exhibición fue curada por Colleen Hill y Jennifer Farley y tiene, entre muchas piezas, creaciones de Giorgio Armani, jean-Paul Gaultier, Gianni Versace y Vivienne Westwood.
En la muestra se pueden ver comparaciones lado a lado en donde quedan resaltadas las diferencias y las similitudes. La muestra le da un lugar especial a aquellos creadores que problematizaron algún punto esencial en esta dinámica del género y por ejemplo, destaca el rol esencial de Yves-Saint Lauren al imponer definitivamente el pantalón para la mujer. Esto está representado con un equipo de pantalón de inspiración navy de 1967 que se exhibe junto a un traje de hombre azul marino también de Saint Laurent.
El planteo histórico comienza con un par de elaborados trajes de corte del siglo XVIII para hombre y mujer que ilustran el hecho de que en las clases superiores la moda para ambos sexos era similar en varios aspectos. La chaqueta masculina, de terciopelo bordado, resalta por los adornos que a la mirada actual podrían parece femeninos pero que el contexto del siglo XVIII eran considerados aristocráticos.
Durante el siglo XIX, la indumentaria masculina se volvió oscura y sombría en contraste con los brillantes y coloridos vestidos para las mujeres. Sin embargo, los hombres solían utilizar prendas con adornos exóticos y llenas de color en la intimidad de sus residencias. Esto queda de manifiesto en dos equipos de mañana para hombre y mujer en donde el color y el brillo está en las prendas masculinas y la sobriedad del algodón blanco le corresponde al sencillo vestido para levantarse femenino.
Ya en el siglo XX His & Hers muestra un traje deportivo masculino de la década del veinte acompañado de un vestido de día de seda de Louiseboulanger. La intención es demostrar que, mientras que esta década es frecuentemente considerada como la primera en donde aparece un sentido de lo andrógino en moda, los vestidos revelan que era más importante el deseo de lucir joven y moderna y esto fue en definitiva lo que influenció a los estilos femeninos.
De esta forma se recorren todas las décadas del siglo XX y también se incluyen algunos trabajos de diseñadores contemporáneos que continúan subvirtiendo los códigos de l indmentaria masculina y femenina. Así His & Hers culmina con piezas de Burberry Porsum, marca que se destaca en sus creaciones por extender un puente entre géneros y lograr unir los aspectos masculinos y femeninos de la ropa.
