Hace más de 25 años salían al mercado las sandalias emblemáticas de esta marca: el modelo Aranha, llamado así porque estaban inspiradas en las que usaban los pescadores de la Riviera Francesa para proteger los pies de las piedras. Quiero creer que en realidad pensaron en una mezcla perfecta entre la comodidad de las ojotas de goma y las zapatillas de cristal de Cenicienta. Para completar la historia cuentan que en ese momento se daba en Brasil una novela muy popular y Melissa era el nombre de la protagonista. Los dueños lo tomaron como inspiración bautizando su empresa así y lo cierto es que a partir de ese momento la marca brasileña Melissa no paró de cosechar éxitos.
Su concepto es muy interesante; basan sus colecciones en plástico de colores y colaboraciones con diversos artistas y diseñadores, tanto de moda como industriales. Entre ellos encontramos a los hermanos Campana, Alexandre Herchcovitch e Isabela Capeto e íconos de la moda mundial de la talla de Jean Paul Gaultier y Vivienne Westwood. El material utilizado para su creación es el ‘melflex’, una sustancia 100 % reciclable que aporta elasticidad, impermeabilidad y resistencia y el resultado es original, innovador, cómodo, atractivo y divertido. Supieron convertirse en un accesorio de moda indispensable y pasaron a ser comparados con artículos de diseño.
Para esta temporada, Melissa presentó una colección de 48 modelos inspirados en el mundo del Circo, con colores vibrantes y la irreverencia característica del espectáculo. Para la próxima preparan modelos más urbanos incluyendo zuecos en colores neutros y super combinables. También una linea para niñas que es una delicia!
Melissa además ha revolucionado el terreno comercial. Su principal tienda, situada en São Paulo, se denomina (obviamente) “Galeria Melissa” y personifica en arquitectura el concepto de la firma. La tienda está diseñada para que tanto su fachada como sus salas interiores se puedan actualizar gráficamente en múltiples ocasiones durante el año.
El mercado argentino no es extraño para Melissa ya que de hecho incursionó en él a finales de los años 90 y marcas como Kosiuko y Ona Saez solían tener los modelos rosa chicle de Karim Rachid por los que suspiré en la vidriera más de una vez.
Por suerte en 2011 las cosas cambiaron porque están devuelta y por partida doble!
Parte de la colección que realizó la reina madre del punk, Vivienne Westwood, la podemos ver en los locales de María Vazquez, y además para la legión de fanáticas (incluida quien suscribe) abrirán pronto un local en el barrio de Palermo sobre la calle Gurruchaga.
Las ganas están, sólo falta probarnos los últimos modelos y sentirnos unas princesas de cuento.
