Ya saben cómo le gustan a Mercure Galant los diseñadores que saben muy bien lo que hacen…y especialmente los que saben trabajar con elementos técnicos muy complicados. Por eso hoy quiero que veamos juntos algo del trabajo de Stéphane Rolland, sobre todo porque estuve mirando la última colección de verano y me sorprendió la calidad tremendamente arquitectónica de sus diseños. La técnica de moldería es complicada pero perfecta. Rolland hace los cortes en los lugares más inusuales, pone pinzas donde no se esperan y sobre todo es un gran conocedor de los textiles y de la forma en que se comportan en relación con el cuerpo. No es difícil que Rollan ponga una especial atención a las técnicas de confección ya que durante mucho tiempo estuvo encargado del desarrollo de las colecciones masculinas de Balenciaga. Mucho de la perfección de la sastrería para hombres está puesta en sus diseños al servicio del cuerpo femenino y funciona a la perfección. Luego de trabajar en Balenciaga, el diseñador se hizo cargo de la dirección creativa de la legendaria casa Jean Louis Scherrer donde terminó de aprender el lenguaje de la Haute Couture. En 2007 presentó su primera colección con su nombre y en 2008 la Chambre Syndicale de la Haute Couture lo acepta en ese grupo tan selecto. Mucho de lo dramático de sus diseños también tiene que ver con que Rolland se desempeño en varias ocasiones como diseñador de vestuario teatral, registro en el que fue premiado varias veces. Lo que me llamó la atención la primera vez que vi sus trabajos fue la maestría en el manejo del drapeado. Hacía mucho que no veía alguien que me hiciera recordar tan claramente a Madeleine Vionnet o a Madame Gres (y ya saben lo que esos nombres significan para Mercure Galant). Hay algo muy antiguo en su forma de drapear que sin embargo dota a sus diseños de una gran contemporaneidad puesto que son pocos los que manejan el recurso y lo aplican con tanta maestría en sus prendas. A pesar de ser considerado como uno de los grandes maestros de la moda actual, Rolland recién ahora esta siendo más conocido y su nombre empezó a resonar fuertemente luego de su colección de invierno 2011. El diseñador durante sus primero años enfocó sus intereses comerciales en sus clientas de oriente y de medio oriente. Precisamente muchas tipologías, técnicas y detalles decorativos provienen de tradiciones de confección asiática. Rolland siempre confiesa la influencia que la arquitectura japonesa y el origami tienen en su trabajo. Si se dan una vuelta por blogs y site de fashionistas, todos apuntan a que en las próximas alfombras rojas su nombre suene varias veces. Yo le pronostico larguísima vida y para Mercure Galant Stéphane Rollan ya tiene varias páginas en la historia de la moda del siglo XXI. Les dejo imágenes de su colección de invierno 2012.